NUNCA NOS ABANDONA

LECTURA: Salmo 13

¿Hasta cuándo, Señor? ¿Me olvidarás para siempre?¿Hasta cuándo esconderás tu rostro de mí?– Salmo 13:1

 Mientras Karissa Smith recorría una biblioteca local con su hijita de cuatro meses que balbuceaba, un anciano le dijo bruscamente que hiciera callar a su bebé o que él lo haría. Smith respondió: “Lamento lo que le haya pasado en la vida que ha hecho que una alegre bebé lo moleste tanto, pero no voy a decirle a mi hijita que se calle ni tampoco voy a permitir que usted lo haga”. El hombre bajó la cabeza y se disculpó, y le contó que su hijo había fallecido de síndrome de muerte súbita infantil hacía más de 50 años. Había reprimido su amargura y su ira todos esos años.

En el Salmo 13, David expresó su dolor. Se dirigió a Dios con sinceridad y crudeza: “¿Hasta cuándo, Señor? ¿Me olvidarás para siempre? ¿Hasta cuándo esconderás tu rostro de mí?” (v.1). Estas preguntas reflejaban su temor de que lo hubiera abandonado. Sus palabras desesperadas dieron paso a un ruego por ayuda y una confirmación de fe en el amor de Dios (vv.3-6). La confianza y una firme determinación acompañan al clamor angustioso.

Todos atravesamos noches oscuras donde nuestra alma se pregunta si Dios nos ha abandonado. Como le sucedió a David, nuestro dolor puede convertirse en gozo cuando nos acercamos al Señor con sinceridad, le rogamos que nos ayude y reafirmamos nuestra confianza en que su amor por nosotros nunca fluctuará ni cambiará. – MLW

 Dios nunca nos dejará ni nos abandonará.

Nuestro Pan Diario, Edición Anual 2014, Publicaciones RBC, página 330.

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