Pero Jesús dijo: Dejadla, ¿Por qué la molestáis? Buena obra me ha hecho.
Marcos 14:6
Cuando regresaba de un viaje, Roberto quiso elegir unos regalitos para sus hijos. El empleado de una tienda del aeropuerto le recomendó varios, pero eran muy caros. Entonces, Roberto dijo: “No traigo tanto dinero. Necesito algo más barato.” El empleado trató de hacerlo sentir como un tacaño, pero Roberto sabía que sus hijos estarían felices con cualquier cosa que les llevara, porque él lo haría de corazón. Y tenía razón… los regalos les encantaron.
Durante la última visita de Jesús a Betania, María quiso mostrarle que lo amaba (Marcos 14:3-9). Entonces, tomo “un vaso de alabastro de perfume de nardo puro de mucho precio” y lo ungió con el (v.3). Los discípulos preguntaron enojados: “¿Para qué este desperdicio?” (Mateo 16:8). Para que dejaran de molestarla, Jesús declaró: “Buena obra me ha hecho” (Marcos 14:6). Otra traducción dice: “Ella ha hecho una obra hermosa conmigo” (NVI). A Jesús le encantó el regalo de María, porque procedía de un corazón amoroso. ¡Incluso fue hermoso que lo ungiera para la sepultura!
¿Qué te gustaría darle al Señor para mostrarle tu amor: tu tiempo, tus talentos, tus tesoros? No importa que sea barato o caro, ni que otros te entiendan o te critiquen. Para Él, todo lo que surge de un corazón lleno de amor es hermoso. – AMC
Señor, hoy quiero expresarte mi amor.
Un corazón sano palpita de amor a Jesús.
Nuestro PanDiario Mujeres, Edición anual 2019, Página 162.
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