Cuando veo que se acercan las fiestas navideñas mi corazón se llena de alegría, y es que ésta época para mí representa la más feliz del año. ¿Pero a qué se debe ésta felicidad?
Primero que todo está el saber que aquél niño que nació en Belén se convirtió en un hombre y murió en una cruz por mí y hoy vive en mi corazón. El tener a Jesús en mi corazón me hace ver las cosas a través de Él y me ayuda a ver las cosas que son realmente importantes en la vida.
Segundo, Tengo el privilegio y la comisión de compartir de su amor con todos los que me rodean y darles la oportunidad de que lo conozcan al abrirle su corazón. Cuántas personas en ésta época feliz tratando de llenarse el alma con cosas materiales. Cuando el alma solo se llena con Jesús.
Tercero, El celebrar el nacimiento de Jesús representa para mí la mayor y la más importante celebración de todo el año. El Emmanuel-Dios con nosotros- está aquí y ahora. Celebrar su obediencia al Padre aun sabiendo que era una copa difícil de tomar. Celebrar su ejemplo de vida siendo siervo y maestro y amando a los más necesitados. Celebrar su amor infinito y sobre todo celebrar que Él está y que es para siempre.
Meditemos en éste día que nos motiva a celebrar la época navideña y deseo que sea esa felicidad de tener a Jesús en nuestro corazón desde hoy y para siempre.
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