INTERÉS GENUINO

LECTURA: Filipenses 2:1-5

No mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de los otros. – Filipenses 2:4

 La primera noche del campamento para familias, el director comunicó el programa de la semana. Cuando terminó, preguntó si alguien quería decir algo. Una joven se puso de pie e hizo un conmovedor pedido de ayuda. Habló de su hermanito (un niño con necesidades especiales) y el desafío que implicada cuidarlo. La familia estaba agotada, y nos pidió a todos que ayudáramos a cuidarlo durante la semana. Fue un pedido motivado por un interés genuino por su hermano y sus padres. A medida que pasaba la semana, era maravilloso ver como todos ayudaban a esta familia.

Su pedido fue un sutil recordatorio de cuán fácilmente podemos encerrarnos en nuestro mundo, vida y problemas… hasta el punto de no ver las necesidades de los demás. Pablo describe así nuestra responsabilidad: “No mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de los otros” (Filipenses 2:4). El versículo siguiente nos recuerda que esto es parte del ejemplo de Cristo: “Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús”.

Nuestra ayuda manifiesta un interés semejante al de Cristo por aquellos que sufren. Apoyémonos en la gracia de Dios y confiemos en Él a fin de que nos capacite para servir a otros durante sus necesidades. – WEC

Señor, abre mis ojos a las heridas, carencias y luchas de un mundo que necesita tan desesperadamente tu amor. Ayúdame a ser un instrumento tuyo para transmitir ese amor.

 Nada cuesta tanto como el interés… excepto el desinterés.

 Nuestro Pan Diario, Edición Anual 2015, Publicaciones RBC, Página 330.

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