LECTURA: Juan 1:10-13
¡Gracias a Dios por su don inefable! – 2 Corintios 9:15
¿Te cuesta escoger el regalo perfecto para alguien? Una amiga me transmitió algunas sugerencias:
- El regalo de escuchar. Sin interrumpir ni planificar nuestra respuesta. Tan solo escuchar.
- El regalo de la risa. Compartir historias graciosas y chistes. Tu regalo dirá: “Me encanta reírme contigo”.
- El regalo del afecto. Ser generosa en abrazos, besos y palmaditas en la espalda, siempre que sea de la forma apropiada.
- El regalo de una nota escrita. Expresar nuestro aprecio o afecto mediante una breve nota escrita a mano.
- El regalo de un cumplido. Decir con sinceridad “hoy estas fantástica” o “eres una persona especial” puede despertar una sonrisa.
Pero, al comenzar este mes especial de celebración, ¿por qué no entregar el mejor regalo que has recibido? Comparte la verdad de que “la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús” (Romanos 6:23). O este versículo de Juan 1:12: “Mas a todos los que le recibieron a los que creen su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios”. Recuérdales a otros que “de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna” (Juan 3:16).
Jesucristo es el mejor regalo. “¡Gracias a Dios por su don inefable!” (2 Corintios 9:15). – Cindy Hess Kasper
El mejor regalo se encontró en un pesebre.
Nuestro Pan Diario Mujeres, Edición Anual 2015, Publicaciones RBC, 1 de Diciembre.
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