LECTURA: Mateo 11:25-30
Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí… – Mateo 11:29
Una maestra de escuela dominical les leyó Mateo 11:30 a los niños de su clase y luego pregunto: “Jesús dijo: “Mi yugo es fácil”. ¿Quién me puede decir qué es un yugo?”. Un niño levantó la mano y contestó: “Un yugo es algo que ponen en el cuello de los animales para que se puedan ayudar unos a otros”. Entonces la maestra preguntó: “¿Cuál es el yugo que Jesús pone sobre nosotros?”. Una niña que estaba muy tranquila levantó la mano y dijo: “Es Dios que nos rodea con su brazo”.
Cuando Jesús vino, ofreció un yugo “fácil” y una carga “ligera” comparados con el yugo de los líderes religiosos (Mateo 11:30). Ellos habían colocado “cargas pesadas” de leyes sobre la gente (Mateo 23:4; Hechos 15:10) que nadie podía llevar.
Dios sabía que nunca podríamos estar a la altura de sus normas (Romanos 3:23), por eso, envió a Jesús a este mundo. Jesús obedeció perfectamente los mandamientos de su Padre y cargó con el castigo de la muerte por nuestros pecados. Cuando nos humillamos y reconocemos nuestra necesidad de perdón, Jesús viene a nuestro lado, pone su yugo sobre nosotros, nos libera de la culpa y nos da su poder para vivir una vida agradable a Dios. ¿Necesitas que Cristo te ayude? Él dice: “Venid a mí […]. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí…” (Mateo 11:28-29). Jesús anhela rodearte con su brazo. – Anne M. Cetas
El yugo fácil de Dios no encaja en una cerviz dura.
Nuestro Pan Diario Mujeres, Edición Anual 2014, Publicaciones RBC, página 247.
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