TAPADO DE NARCISOS

LECTURA: Lucas 24:13-34

Ha resucitado el Señor verdaderamente… – Lucas 24:34

Cuando las primeras flores de primavera brotaron en nuestro jardín, mi hijo de cinco años se metió en un cantero de narcisos. Observó algunos restos de plantas que se habían secado hacia algunos meses y señalo: “Mama, cuando veo algo muerto, me acuerdo de la Semana Santa, porque Jesús murió en la cruz”. Le contesté: “Cuando yo veo algo vivo, como los narcisos, ¡recuerdo que Jesús resucitó!”.

Una de las razones por las que sabemos que Jesús resucitó de la tumba es que, según el Evangelio de Lucas, tres días después de su crucifixión se acercó a dos hombres que iban camino a Emaús. El Señor caminó con ellos, los acompañó para comer e incluso les dio una lección sobre profecía del Antiguo Testamento (24:15-27). Ese encuentro les mostró a los viajeros que Jesucristo había triunfado sobre el sepulcro: había resucitado de los muertos. Como resultado, los hombres regresaron a Jerusalén y les dijeron a los discípulos: “Ha resucitado el Señor verdaderamente…” (v. 34).

Si Jesús no hubiera resucitado, nuestra fe en Él no tendría sentido y seguiríamos siendo culpables de nuestro pecado (1 Corintios 15:17). En cambio, la Biblia nos enseña que Cristo fue “resucitado para nuestra justificación” (Romanos 4:25). ¡Hoy podemos estar en paz con Dios porque Jesucristo vive! – JBS

La cruz y la tumba vacías dan salvación completa.

 Nuestro Pan Diario Israel, Edición Anual 2015, Publicaciones RBC, página 101.

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