ESCONDIDO EN DIOS

LECTURA: Génesis 3:7-13

Entonces el Señor Dios dijo a la mujer: ¿Qué es lo que has hecho?… –Génesis 3:13

 Dos hermanos eran sumamente traviesos y sus padres ya no podían más. Por eso, le pidieron a su pastor que hablara con los muchachos.

El pastor sentó primero al más joven. Quería que pensara en Dios, así que comenzó la conversación preguntando: “¿Dónde está Dios?”. El muchacho no respondió, por lo que el pastor repitió la pregunta con un tono más severo. Tampoco recibió respuesta. Frustrado, sacudió el dedo delante de la cara del muchacho y gritó: “¿Dónde está Dios?”.

El muchacho salió disparado del cuarto, corrió a la casa y se escondió en el armario. Su hermano lo siguió y le pregunto: “¿Qué pasó?”. El más joven contestó: “Estamos metidos en un lío tremendo ahora. Dios no aparece ¡y creen que fuimos nosotros!”.

Se parece un poco a Adán y Eva, los cuales se sentían totalmente culpables y trataron de esconderse de Dios (Génesis 3:10). Habían conocido la estrecha comunión con el Señor, pero luego tenían miedo de enfrentarlo. Sin embargo, Dios los buscó y preguntó: “¿Qué es lo que has hecho?”. En vez de arrepentirse, Adán culpó a Dios y a Eva, y Eva culpó a la serpiente.

¿Cómo respondemos cuando hemos pecado contra Dios? ¿Nos escondemos esperando que Él no lo note? Si le pertenecemos, el Señor va a buscarnos. La decisión más sabia es salir del escondite, confesar nuestro pecado y restaurar la comunión. – Anne M. Cetas

 El pecado genera temor; la confesión da libertad.

Nuestro Pan Diario Mujeres, Edición Anual 2014, Publicaciones RBC, página 295.

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