EL VERDADERO CONCEPTO DE LIBERTAD

I. INTRODUCCIÓN

Hace poco leí un informe que me dejó meditando por un tiempo. Según la Organización Mundial de la Salud, organismo que vela y estudia sobre las enfermedades, contaminaciones y la salud a nivel mundial, este informe dice que por lo menos 36 millones de personas son dementes en el mundo. Lo peor es que según los conocedores de la materia, esa cifra se duplicará dentro de 18 años. Para el año 2030 los dementes en el mundo serán a 66 millones,y serán el triple para el año 2050, cuando la cifra alcanzará a 115 millones de personas…

¡Los dementes del mundo serían 33 veces toda la población de Panamá!…

Y uno se pregunta: ¿Qué está pasando, que mientras que la ciencia y la tecnología avanzan, la humanidad parece retroceder. Y aún más, ¿sabía usted dónde se localizará la mayor parte de las personas dementes? En los países más pobres. Para el año 2050 el 70% de las personas dementes estarán en estos países…

Una persona demente es una persona que no tiene libertad.Es un esclavo de su mente…Es fácil afirmar esto…Pero ¿Será ese el único tipo de esclavitud?

¡Existen otros esclavos que aparentemente son libres! La pregunta es: ¿Soy verdaderamente libre?

II. LECTURA: Jn.8:34-36.

Cuando en este mundo se habla de libertad surgen muchas definiciones. Existen tantas definiciones como cerebros existen en este mundo. Pero, ¿Cuál es la verdadera libertad? O una pregunta más atrevida: ¿Realmente existe la libertad como el mundo la piensa? Han habido filósofos famosos como Sartre, Hegel, Kant, Leibnitz y muchos más que se dedicaron a definir y estudiar la libertad. Alguno (Guillermo Cabanellas) dijo una vez: “La libertad es la facultad humana de dirigir el pensamiento o la conducta según los dictados de la propia razón o de la voluntad del individuo, sin influencia superior, ni del prójimo”.

Lo cierto es que esta definición no es práctica, ni realista, porque la libertad del hombre en este mundo depende de su relación con otros seres humanos.

Si yo me declarara libre de acuerdo a la definición anterior, estaría negando que mis decisiones dependen de lo que el mundo y mis semejantes hacen.

EJEMPLO:

Cuando se rompe una tubería y usted se queda sin agua ¿Puede decidir que haya agua?

Otro pensador dijo: “La libertad es la facultad de hacer lo que cada cual le parezca, salvo lo que le impida la fuerza o el derecho”. Según esta definición, si las leyes de un país no prohibieran el asesinato, yo podría matar según mi deseo.

Los franceses, paladines de la libertad, dijeron: “La libertad es la facultad de hacer todo aquello que no perjudique a otro”. Inteligente definición. Pero, entonces todo aquel que quiere suicidarse es libre”. La libertad del mundo es tan difícil definirla como entenderla.

¿Sabía usted que el lema de la Primera Guerra Mundial era “libertad para los pueblos”? ¿Y sabe que pasó después de esta guerra en esos mismos pueblos? Sobrevino una ola de dictaduras en Europa. Hitler, Musolini y Stalin por ejemplo. Resulta que los gobiernos que más se jactan de libertad, son los más esclavizados por la corrupción.

Entonces, ¡¿qué es libertad?!…

Para unos, libertad significa ausencia de ataduras humanas, ¡Eso en realidad es libertinaje!

Para otros, libertad es poder decir y hacer lo que a la persona le de la gana. Algunos que son un poco más éticos definen la libertad humana como “la autodeterminación axiológica” ¿Qué significa eso?

Que la persona es libre cuando él mismo determina su voluntad, en función de los valores que ha asimilado. De acuerdo con esto, cuando la persona no tiene valores, su conducta va a estar manejada por instintos:

Por ejemplo, aquel que se deja manejar por el vicio o el sexo. Aquel que se maneja por instintos tiene la conducta de un animal, cuando la persona actúa por reflejos, impulsos, hábitos o presiones externas, no tienen libertad, es un esclavo.

ILUSTRACIÓN:

Alguien en broma y en serio dijo una vez: “Toda libertad tiene su correspondiente esclavitud”.

Por ejemplo: Si soy libre del cepillo de dientes, soy esclavo de las caries. Para tener un total éxito en las ventas, tengo que ser esclavo del esfuerzo y de las técnicas de ventas. Para ser libre y navegar por los mares, hay que ser esclavo del radar.

III. POSICIÓN ESCRITURAL

¿Qué dice Dios de todo esto?

La Sagrada Escritura nos enseña que lo que el mundo piensa que es libertad es totalmente diferente a lo que Dios piensa. Dice Dios en la Biblia que: ¡la libertad es el efecto de la verdad de Jesús en el ser humano! (REPETIR). El mismo Señor es el ejemplo y modelo de lo que realmente significa ser libre. Jesús era libre de pecado. Su vida entera era una expresión perfecta de la justicia de Dios. Él estaba libre de las influencias malignas y de los poderes de las tinieblas. Él mismo dijo y quedó registrado en el evangelio según San Juan 14:30: “¡Satanás nada tiene en Mí!”…

El Señor estaba libre de temores. No tenía temor de enfrentarse al peligro de la muerte. Podía fijar su rostro hacia una sola meta, sin temer al que dirán.

Alguien dijo: “El Señor no sólo era libre de sino también para: Libre de todo pecado. Pero también libre para hacer la voluntad del Padre ¡Existen millones de personas que NO PUEDEN hacer la voluntad de Dios!… La libertad que disfrutaba el Señor Jesús es la libertad que ofrece a todos aquellos quienes lo reciben en su corazón y creen en Él.

IV. TIPOS DE ESCLAVITUD

Es fácil ver a un preso y decir: “Éste ha sido privado de su libertad”. No tiene libertad física, habría que ser un ciego para no darse cuenta que él no puede tomar la decisión de salir.

¡Pero existen otros tipos de presidios y esclavitudes que son más peligrosos!

Por ejemplo:

  • ¿Qué ocurre cuando: una persona siente odio por otra persona?
  • ¿O tiene años de estar resentida contra su cónyuge?
  • ¿O no puede dejar de mentir o de engañar a otros?
  • ¿O aquella persona que le gusta andar haciendo trampas a los demás?
  • ¿O vive con el temor de perder su trabajo?
  • ¿O se pasa la vida con temores de que se va a enfermar?
  • “¿Qué pasa si no me sale lo que estoy esperando?”
  • “¿Qué pasa si la próxima quincena no puedo pagar mis deudas?
  • “¿Qué pasa si el perro de la vecina me muerde?”

Los temores son esclavizan. Los miedos y las fobias nos quitan la libertad ¿Qué pasa con aquel que no puede decir no a la tentación que lo domina? Se trata de la esclavitud espiritual. Muchos se convierten en esclavos de los vicios: La corrupción, el licor, el tabaco, las drogas, el sexo. Todos somos testigos de la destrucción que trae al hombre este tipo de esclavitud.

Pero hemos visto que existe otro tipo de esclavitud aun más peligrosa: La esclavitud al pecado, esclavitud al orgullo y la soberbia. El orgullo y la soberbia destruye más matrimonios y familias que el mismo SIDA y el cáncer. Contra el orgullo y la soberbia no existen medicinas en las farmacias.

Hoy día en nuestro país cientos de jovencitas se convierten en madres antes de tiempo porque un muchacho irresponsable las engañó, y se dejaron engañar, porque sucumben sin valores espirituales.

Son esclavos ¡Las cosas que esclavizan nuestro espíritu sólo tienen una solución!: ¡Cristo en nuestros corazones!

ILUSTRACIÓN:

Un gran pensador (el novelista inglés Charles Kingsley) dijo: “Hay dos clases de libertad: La falsa libertad, en la que el hombre es libre para hacer lo que quiere,y la verdadera libertad, en la que el hombre el libre para hacer lo que debe.” Somos maduros cuando aprendemos que la libertad es una herramienta para edificar y no un juguete para divertirnos”.

V. ¿QUÉ ES LIBERTAD PARA DIOS?

La Biblia nos deja claro el concepto de libertad. La libertad es la condición de estar libre de toda fuerza que impida al ser humano amar y servir a Dios, libertad es la felicidad de vivir en comunión con Dios, la libertad es un regalo que viene de Dios ¡Un regalo que se llama CRISTO!…

¡La verdadera libertad significa ser libre para tomar la decisión de hacer sólo la voluntad de Dios, sin nada que se interponga! ¡Somos libres para obedecer a Dios!

Cuando Cristo se entregó en la cruz nos dio la salvación: Esa salvación, significó liberación de todas las consecuencias del pecado. Todos estábamos condenados a un castigo eterno. Pero en la cruz Cristo recuperó la libertad que habíamos perdido. La libertad que Cristo nos dio significa: La posibilidad de reencontrarnos con Dios.

Significó volver a tener comunión con Dios. La Biblia dice en He.10:19: “Así que, hermanos, teniendo libertad para entrar en el Lugar Santísimo por la sangre de Cristo”. La libertad que Cristo nos dio significa tener la fuerza y el poder para decirle no al pecado:

Leamos Rom.6:16-18

La libertad que nos da Cristo significa estar fuera del alcance de las influencias destructivas que nos esclavizaban en nuestra vida anterior, antes de que nos entregáramos a Cristo, antes, cuando se nos presentaba esa tentación, no podíamos hacer nada para vencerla, sucumbíamos como ratoncitos en frente de un quesito ¡Pero ahora, Cristo nos ha dado la libertad y el poder para decirle NO!

Col.1:13 dice que Dios nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y nos ha trasladado al reino de su amado Hijo.

La libertad que Cristo nos dio significa libertad de la muerte espiritual. En Rom.6:21 Pablo nos dice: “¿Pero qué fruto teníais de aquellas cosas de las cuales ahora os avergonzáis? Porque el fin de ellas es muerte.

Cuando Cristo viene a nuestras vidas, entonces tenemos la libertad para obedecer a Dios ¡Todo esto es la libertad en Cristo!

VI. ¿QUÉ IMPORTANCIA TIENE LA LIBERTAD QUE DIOS NOS DA?

Es tan importante que Pablo en Rom.8:1 le llama: “la gloriosa libertad de los hijos de Dios”. El salmista declara en el Sal.40:17: “Aunque afligido y necesitado, Dios pensará en mí. Mi ayuda y mi libertador eres Tú, Dios mío, no tardes”. En otra porción dice: “Ayuda mía y mi libertador eres Tú”. (Sal.70:5). Cuando el ser humano acepta que sólo Dios puede liberarlo, entonces saborea la libertad. La libertad de Dios no consiste en hacer lo que me da la gana, sino en vencer el mal y decidir hacer el bien.

VII. REFLEXIÓN FINAL

¿Alguien le preguntó si usted quería venir al mundo? ¿Cuándo una persona se muere, alguien le pidió permiso para quitarle la vida? En casa, cuando estábamos jóvenes, nos gobernaban nuestros padres; en la escuela los maestros; en la calle el gobierno.

La señorita suspira por casarse y librarse de la casa, pero termina gobernada por un mal marido. El muchacho ansía llegar a la mayoría de edad para librarse del dominio de sus padres, y acaba dominado por su mujer y la suegra.

Parte de nuestro propio cuerpo funciona autónoma: ¿Su corazón o su hígado le pidieron permiso para funcionar?

La libertad del mundo es como las novelas: Son lindas y tienen un final feliz. Pero son toda una mentira ¡Debemos buscar la verdadera libertad!

¡La auténtica libertad sólo se encuentra en CRISTO JESÚS!

¡Usted decide!

¡Yo escogí ser esclavo de Cristo para ser libre!

VIII. CONCLUSIÓN

El Señor nos dice claramente: “El que está en Cristo nueva criatura es, las cosas viejas pasaron y he aquí que todas son hechas nuevas”.

Si tú quieres esa genuina libertad, sólo tienes que pedirla con sinceridad en tu corazón.

Para recibirla sólo tienes que decirle al Señor Jesús: “Te recibo en mi vida, me entrego a Ti, dame de tu libertad. Libérame de toda esta vida que llevo, libérame de toda este peso del pecado que llevo en mi vida. Me arrepiento de mi vida pasada. Sé mi salvador y mi libertador”.