Oh Señor, […] de mañana me presentaré delante de ti, y esperaré. Salmo 5:3
El día antes de una entrevista a Billy Graham en 1982, su director de relaciones públicas, Larry Ross, pidió una habitación privada para que Graham orara allí antes de la reunión. Sin embargo, cuando el Sr. Graham llegó al estudio, su asistente le informó a Ross que el pastor no necesitaba la habitación. Le dijo: “El Sr. Graham comenzó a orar cuando se levantó esta mañana, oró mientras desayunaba, mientras veníamos en el auto, y es probable que siga orando mientras dure la entrevista”. Más tarde, Ross declaró: “Esa fue una lección importante para mí como joven”.
La oración no es un suceso aislado, sino una manera de relacionarse con Dios. Esta clase de comunión íntima se desarrolla cuando el pueblo de Dios ve la oración como un estilo de vida. Los salmos nos alientan a comenzar cada día elevando nuestra voz al Señor (Salmo 5:3); a conversar constantemente con Él (55:17); y frente a las acusaciones y la difamación, a entregarnos de lleno a la oración (109:4). Practicamos la oración como una manera de vivir porque deseamos estar con Dios (42:1-4; 84:1-2; 130:5-6).
La oración es nuestra forma de conectarnos con el Señor. Dios está siempre escuchando, y podemos hablar con Él en cualquier momento del día. – MLW
¿Cuál es el mayor obstáculo para tu vida de oración?
Cuando oras, Dios escucha más tu corazón que tus palabras.
Nuestro Pan Diario, Edición anual 2017, Página 80.
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