… Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre… – Juan 6:35
Cuando Jesús vivió en este mundo, invitaba a la gente a ir a Él, y hoy sigue haciendo lo mismo (Juan 6:35). Pero, ¿qué tienen Él y su Padre celestial que nosotros necesitemos?
Salvación. Jesús es el único camino para obtener el perdón de pecado y la promesa del cielo: “para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna” (Juan 3:15).
Propósito. Debemos seguir a Jesús con todo el corazón, alma, mente y fuerzas: “Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a si mismo, y tome su cruz, y sígame” (Marcos 8:34).
Consuelo. En la prueba o la tristeza, el “Dios de toda consolación, […] nos consuela en todas nuestras tribulaciones” (2 Corintios 1:3-4).
Sabiduría. Necesitamos una sabiduría superior a la nuestra para tomar decisiones: “si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, […] y le será dada (Santiago 1:5).
Fuerza. Cuando estemos cansados, “El Señor dará fuerza a su pueblo” (Salmo 29:11).
Vida abundante. La vida plena se encuentra en una relación personal con Jesús: “yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia” (Juan 10:10).
Jesús afirmó: “al que a mí viene, no le echo fuera” (Juan 6:37). ¡Vengan! – AMC
¿Cómo puedo acercarme más a Dios hoy?
Jesús nos invita a ir a Él para tener vida.
Nuestro Pan Diario, Edición anual 2017, Página 192.
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