SI TU OBJETIVO PRINCIPAL es complacerte a ti mismo, tu vida va a estar llena de frustraciones. Esa actitud de querer que las cosas marchen de esa manera está basada en una premisa falsa: que tú eres el centro de tu mundo. La verdad es que Yo soy el centro y todo gira en torno de mí. Así que es mejor hacer tus planes tentativamente, buscando mi rostro y mi voluntad en todo lo que haces. Esta es una situación beneficiosa para todos: si las cosas van de acuerdo con tus planes, alégrate y dame las gracias. Cuando tus deseos se vean frustrados, comunícate conmigo y apréstate a subordinar tu voluntad a la mía.

Recuerda, mi amado, que tú me perteneces. Ya no eres tu propio dueño. Esta conciencia de que perteneces a Otro puede ser un gran alivio para ti, ya que aparta tu enfoque de ti mismo y lo que quieres. En lugar de esforzarte por hacer que las cosas salgan a tu manera, tu meta principal viene a ser agradarme a mí. Quizás pienses que esto es demasiado oneroso, pero en realidad resulta bastante liberador. Mi yugo es suave y mi carga es liviana. Saber que me perteneces te dará un descanso para tu alma profundo y satisfactorio. 

SALMOS 105:4; 1 CORINTIOS 6:19; 2 CORINTIOS 5:9; MATEO 11:29,30

Jesús Siempre – Sarah Young, 2017, Página 284.