MEJOR QUE VENGARSE

No os venguéis vosotros mismos […]; porque escrito está: Mia es la venganza, yo pagaré, dice el Señor .– Romanos 12:19

Durante siglos, los clanes albaneses eran conocidos por sus sangrientas luchas familiares. Consideraban cobardía no vengar la muerte de uno de los suyos. A veces, la venganza iniciaba una reacción en cadena que dejaba 25 o 30 personas muertas antes que terminara.

Esta sangrienta tradición continuó hasta 1990, cuando un grupo de pacificadores albaneses resolvió una gran cantidad de conflictos entre clanes. El cambio se produjo porque la gente encontró algo que deseaba más que vengarse. Querían formar parte de la comunidad europea y, además, unirse para defenderse de un enemigo en común.

Asimismo, las riñas en la iglesia y las luchas familiares acabaran cuando los creyentes encuentren algo que deseen más que la amarga emoción de una contienda de rencores. El rencor pierde su encanto cuando los combatientes se dan cuenta de que están privándose del respaldo y del gozo que brinda la comunión cristiana. Desquitarse no es tan atractivo cuando ven como juega el diablo con sus airadas palabras y con sus comentarios de menosprecio para tratar de destruirlos.

¿Por qué pagar el alto precio de desquitarse? Ganamos mucho más si olvidamos nuestros rencores y perdonamos. ¡Eso es mucho mejor que la venganza! – MRD

Los creyentes que están en guerra con sus hermanos no pueden estar en paz con su Padre.  

Nuestro Pan Diario, Edición anual 2016, 7 de Noviembre.

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