… Anímate y esfuérzate…
1 Crónicas 28:8-10, 19-21
En la Plaza del Parlamento en Londres, entre estatuas de hombres – como Mandela, Churchill, Gandhi y otros-, se encuentra una sola estatua de una mujer: Millicent Fawcett, quien luchó por el derecho al voto femenino. El bronce la ha inmortalizado sosteniendo una bandera con las palabras que ofreció como tributo a una compañera sufragista: “La valentía invita a ser valiente en todas partes”. Fawcett insistía en que la valentía de una persona incentiva a otros, invitando a las personas tímidas a actuar.
Mientras David se preparaba para entregarle el trono a su hijo Salomón, le explicó las responsabilidades que caerían sobre sus hombros, ante lo cual es probable que Salomón temblara: guiar a Israel a seguir las instrucciones de Dios, proteger la tierra que Él les había confiado y supervisar la monumental tarea de construir el templo (1 Crónicas 28:8-10). Por eso, le declaró estas poderosas palabras “Anímate y esfuérzate […]; no temas, ni desmayes, porque el Señor Dios, mi Dios, estará contigo” (v.20). La verdadera valentía de Salomón no procedía de su propia capacidad o confianza, sino de depender de la fortaleza y la presencia del Señor.
Cuando enfrentamos dificultades, Dios es el único que fortalece nuestra fe. Él está con nosotros y nos invita a ser valientes. – WC
Señor, dame valor cuando tengo miedo.
¿Qué hace que tu corazón se estremezca de miedo? ¿Cómo puedes buscar la presencia y el poder de Dios para volverte valiente?
Nuestro Pan Diario, Volumen 25, Página 158.
Millicent Fawcett – https://es.wikipedia.org/wiki/Millicent_Fawcett
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