…Dejad a los niños venir a mí, […] porque de los tales es el reino de Dios. – Marcos 10:14
La noticia de un sencillo acto de bondad en un metro de Nueva York recorrió el mundo. Un joven se durmió apoyado en el hombro de un pasajero mayor. Cuando alguien se ofreció para despertarlo, el hombre dijo en voz baja: “Seguro que tuvo un día largo. Déjalo que duerma. Nos ha pasado a todos”. Entonces, dejó que su compañero de viaje durmiera sobre su hombro durante casi una hora. Cuando llego a la estación donde debía bajarse, se levantó lentamente para no despertarlo. Mientras tanto, otro pasajero tomó una fotografía, la subió a una red social, y la foto “se viralizó”.
La bondad de ese hombre parece transmitir lo que todos anhelamos: una acción bondadosa que refleje el corazón de Dios. Vemos esta actitud en Jesús, cuando sus amigos trataron de evitar que el ruido que hacían los niños lo molestara. Pero Él insistió en tomar a aquellos pequeños en sus brazos y bendecirlos (Marcos 10:16). Mientras lo hacía, nos invitó a todos a confiar en Él como si fuéramos niños (vv. 13-16).
El Señor Jesucristo nos enseña que todos estamos seguros en su presencia. Ya sea que estemos despiertos o dormidos, podemos apoyarnos en Él. Cuando nos sentimos exhaustos, nos ofrece un lugar seguro donde descansar. – MRD
Señor, gracias porque me das seguridad en medio de las tormentas de la vida.
Dios es un lugar seguro de descanso.
Nuestro Pan Diario, Edición anual 2017, Página 21.
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