Toda la Escritura es inspirada por Dios, […] a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra. – 2 Timoteo 3:16-17
Tengo un amigo que es sumamente hábil para hacer tareas diversas, pero, durante años, no pudo ejercitar sus talentos. La razón era sencilla: no tenía las herramientas adecuadas. Así que, para su cumpleaños, le regalé una caja de herramientas que se abre como un libro grande y que contiene los elementos básicos que necesita una persona así. Mientras examinaba cada una de ellas, le brillaban los ojos pensando en lo que haría.
Cuando terminó su próximo proyecto, me dijo emocionado: “No hay nada que satisfaga más que tener las herramientas adecuadas para un trabajo”. Después, aplicando ese pensamiento a su vida espiritual añadió: “Sé dónde puedo encontrar la herramienta adecuada para cada trabajo: en la Biblia”.
El apóstol Pablo, cuyo oficio era fabricar tiendas y desempeñarse como “maestro mayor de obra” en el reino de Dios (1 Corintios 3:10), sabía que necesitaba las herramientas espirituales adecuadas. Entendía que la caja de herramientas más práctica para satisfacer las necesidades espirituales era la Palabra de Dios. En 2 Timoteo 3, afirmó que toda la Escritura es inspirada por Dios (v.16); indispensable para enseñar, redargüir, corregir, instruir y preparar a los creyentes para toda buena obra.
Abre y usa la “caja de herramientas” de Dios todos los días. Experimenta la profunda satisfacción de encontrar en ella el elemento adecuado para cada tarea espiritual tiene todo lo que necesitas. ¡Úsala! – JEY
La Biblia tiene todo lo que necesitamos saber para hacer todo lo que Dios quiere que hagamos.
Nuestro Pan Diario Mujeres, Edición anual 2016, Página 138.
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