El principio del servicio, 2da parte

A quien sirves? Eres siervo de aquellos a lo cual sirves. “Pablo, siervo de Jesucristo.”

Romanos 1:1 El gran apóstol Pablo estaba seguro de que él era siervo de Jesucristo, algunos solo viven para servirse a sí mismos y alimentar sus deseos y metas. “Pero si todavía agradara a los hombres, no sería siervo de Cristo” Galatas.1:10 “Si alguno me sirve, sígame y adonde yo estuviere allí también estará mi servidor” Palabras de Nuestro Señor Jesucristo. ¿Cuál será entonces la formula o secreto para ser siervos de Cristo? Hacer su Voluntad para nuestras vidas. En la medida que obedecemos su voluntad nos convertimos en siervos del Señor. Algunos nunca podrán ser siervos porque no obedecen al Señor y este es requisito fundamental para ser siervo de Cristo. Servir a Dios debe ser muy importante en la vida del verdadero creyente. Por medio del servicio daremos fruto para Dios.

Hay tantos creyentes que son estériles en los caminos del Señor, pasan los años y nunca dan fruto, sin embargo hay otros que dan frutos al 100 por 1. Que hermoso será en aquel gran día escuchar las palabras de Nuestro Amado Salvador diciéndonos: “Ven buen siervo y fiel, en lo poco has sido fiel, sobre mucho te pondré, entra en el gozo de tu Señor”. Podemos servir al Señor en distintas maneras pero siempre debemos hacerlo siguiendo sus principios y sus parámetros ya que Él es el Señor de su viña y tiene sus planes y propósitos muy especificados en su Palabra.

¿Quieres servir o quieres ser servido? Junto con nuestra respuesta ante este llamado viene el resultado o la consecuencia de lo que será nuestra vida que al final es como la flor del campo, o como la neblina de la mañana. Santiago. Vivirás tu vida para obtener recompensas eternas o solo recibiremos satisfacciones terrenales. El Señor está esperando nuestra respuesta.

Maite Herrera Cohen de Moreno, Pastora