DESDE LOMBRICES HASTA BATALLAS

Pero el Señor le dijo [a Gedeón]: Paz a ti; no tengas temor, no morirás.

Jueces 6:23

Cleo tenía diez años cuando fue a pescar por primera vez. Mientras miraba el recipiente con la carnada, parecía vacilar. Finalmente, le dijo a mi esposo: “Ayúdame, ¡L-L-M-D-M!”. Cuando mi esposo le preguntó qué pasaba, Cleo respondió: “¡L-L-M-D-M! ¡Las lombrices me dan miedo!”. 

El miedo también puede paralizar a los adultos. Tal vez Gedeón sintió temor cuando el ángel del Señor se le acercó mientras el aventaba cebada en secreto, escondido de los enemigos madianitas (Jueces 6:11). El ángel le dijo que Dios lo había escogido para que liderara al pueblo en la batalla (vv. 12-14).

¿Qué contestó Gedeón? “Ah, señor mío, ¿con qué salvaré yo a Israel? He aquí que mi familia es pobre en Manasés, y yo el menor en la casa de mi padre” (v. 15). Después de asegurarle que el Señor estaría con él, Gedeón todavía parecía atemorizado, y pidió señales que le confirmaran que Dios lo utilizaría para salvar a Israel, como había prometido (vv. 36-40). Dios le concedió sus pedidos. Los israelitas triunfaron en la batalla y tuvieron paz durante 40 años.

Todos tenemos miedo a diferentes clases de cosas… desde lombrices hasta batallas. La historia de Gedeón nos enseña que podemos confiar en que, si Dios nos pide que hagamos algo, nos dará las fuerzas y el poder para hacerlo. – AMC

Señor, gracias por capacitarme para lo que me pides que haga.     

Para quitar el temor en la vida, pon tu fe en el Dios vivo.   

Nuestro PanDiario Mujeres, Edición anual 2019, Página 187. 

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